C E N T R O

U D I V E R S I T A R I O

UNIDAD DEL NEURODESARROLLO

🌈 Integración Sensorial: Base para el desarrollo y el aprendizaje.

La integración sensorial es la base neurológica que permite que el cuerpo y el cerebro trabajen en conjunto para interpretar, organizar y responder a los estímulos del entorno de manera funcional. Jean Ayres, pionera en este campo, definió la integración sensorial como el proceso por el cual el sistema nervioso central organiza las sensaciones del propio cuerpo y del ambiente, haciendo posible respuestas adaptativas y coordinadas.

Los sentidos no se limitan solo a los tradicionales (vista, oído, tacto, olfato y gusto), sino que también incluyen los llamados sentidos internos o interoceptivos, como el sistema vestibular (equilibrio y movimiento), el propioceptivo(ubicación del cuerpo en el espacio) y el interoceptivo (percepción de señales internas como hambre, temperatura o necesidad de ir al baño). Cuando alguno de estos sistemas no procesa adecuadamente la información, se puede presentar un trastorno del procesamiento sensorial (TPS), que puede manifestarse como una condición independiente o como síntoma asociado a otro diagnóstico, como el Trastorno del Espectro Autista, el TDAH, entre otros.

En nuestro centro, abordamos las necesidades sensoriales desde ambas perspectivas: trabajamos con menores que tienen un TPS como diagnóstico primario, así como con aquellos que lo presentan como parte de otro cuadro clínico. En ambos casos, el abordaje se realiza con el mismo nivel de profundidad y cuidado, pero con estrategias personalizadas que responden a las características específicas de cada niño.

Es importante comprender que, aunque dos niños puedan requerir intervención en el área sensorial, las necesidades, las respuestas al entorno y los niveles de procesamiento sensorial pueden ser completamente distintos. Por ello, en nuestro centro, los grupos terapéuticos no se conforman por diagnóstico, sino por perfil funcional y nivel de necesidad.

Por ejemplo, un niño con autismo que presenta una necesidad de apoyo general nivel 3, incluyendo una alta demanda en integración sensorial, no compartirá grupo con un niño con TDAH y trastorno del procesamiento sensorial, aunque ambos requieran intervención en esta área. Esto se debe a que, aunque la categoría de necesidad parezca similar, las formas en que se manifiesta, se aborda y se regula el sistema sensorial son muy distintas, así como también lo son los recursos cognitivos, comunicativos, conductuales y adaptativos de cada uno. Por lo tanto, todo el marco de intervención terapéutica cambia: los objetivos, los enfoques, el ritmo de trabajo y las herramientas que se utilizan deben adaptarse de manera precisa a cada perfil. Esta diferenciación nos permite ofrecer una intervención verdaderamente funcional, respetuosa y eficaz. Nuestro objetivo es que cada menor reciba una intervención realmente adecuada a sus características. Por eso, todos nuestros grupos son diseñados para ser lo más homogéneos posible, de modo que se garantice que las necesidades específicas de cada niño sean atendidas.

🧠 Bases teóricas y recursos de intervención

Nuestra intervención sensorial está fundamentada en tres pilares principales:

  • Jean Ayres, quien desarrolló la teoría base de la integración sensorial, identificando cómo el procesamiento sensorial impacta directamente en el desarrollo, la conducta y el aprendizaje.

  • Patricia Wilbarger, quien introdujo el concepto de dieta sensorial: una a personalizada de estímulos sensoriales reguladores que permiten al sistema nervioso mantenerse en un nivel óptimo de activación durante el día.

  • Williams y Shellenberger, quienes propusieron la Pirámide del Aprendizaje, un modelo que sitúa a la regulación fisiológica y sensorial como base fundamental para el desarrollo motor, cognitivo y académico.

Siguiendo estas bases, nuestro centro cuenta con mobiliario especializado y materiales multisensoriales que permiten una intervención rica, variada y ajustada al perfil de cada niño. Contamos con sala sensorial equipada, donde se realizan actividades específicas para trabajar hiper e hiporrespuesta a estímulos, mejorar la autorregulación, y facilitar el desarrollo funcional en diferentes contextos. También utilizamos colchonetas, pelotas terapéuticas, columpios, objetos con peso, texturas variadas y elementos visuales y auditivos controlados.

Nuestra intervención sensorial no solo busca evitar crisis o conductas desreguladas, sino preparar al sistema nervioso para que el niño pueda participar de forma más activa, consciente y funcional en su entorno: ya sea en casa, en la escuela o en la comunidad.