C E N T R O

U D I V E R S I T A R I O

UNIDAD DEL NEURODESARROLLO

a yellow teddy bear sitting on top of a puzzle

Cambia su mundo...

Queremos mejorar la calidad de vida de quienes enfrentan trastornos del neurodesarrollo, ofreciendo apoyo integral y construyendo una sociedad inclusiva. Tu contribución es clave para seguir avanzando... ¿Te unes a nuestra causa con un donativo?

¡Gracias por hacer la diferencia!

Unidad de Neurodesarrollo APRENDe (Alto Potencial y Rendimiento en la NeuroDiversidad

Preescolar Terapéutico: Una propuesta educativa con base clínica y mirada humana

Nuestro preescolar terapéutico nace del corazón de una clínica con más de 18 años de experiencia en el acompañamiento del neurodesarrollo infantil. Esta trayectoria nos ha permitido identificar una realidad urgente: muchos niños enfrentan barreras significativas al integrarse a un sistema escolar que no responde a sus verdaderas necesidades.

Frente a este panorama, desarrollamos una metodología propia que fusiona nuestra experiencia terapéutica con los principios de la Nueva Escuela Mexicana. Así surge una propuesta educativa especializada, sensible y profundamente humana.

En este espacio, cada campo formativo se trabaja respetando y adaptándose al perfil neurodesarrollativo real de cada niño.

Nuestro enfoque coloca las distintas áreas del neurodesarrollo en el centro del proceso educativo, brindando una experiencia que no solo enseña, sino que acompaña, comprende y transforma. Nos centramos en las particularidades de cada niño, priorizando su bienestar, su desarrollo pleno y no únicamente el aprendizaje de conceptos.

Desarrollamos una metodología que nos permite evaluar los procesos cognitivos, sensoriales, motores, emocionales, sociales, lingüísticos y de autonomía de cada pequeño en formación. A partir de esta evaluación, generamos un entorno académico/terapéutico que comprende y atiende sus necesidades

Nuestra metodología encuentra un punto de convergencia: por un lado, construimos un sistema que se adapta a las particularidades del niño, brindando atención en un ambiente de respeto y aceptación, que prioriza su bienestar; y por otro, sostenemos un marco estructurado y con límites claros, que favorece el desarrollo de habilidades necesarias para que los niños puedan participar y desenvolverse de forma plena, asertiva y activa en los distintos entornos de su vida cotidiana.

Valoración inicial para ingreso al kínder terapéutico

Cuando los padres de familia han identificado signos de alerta en el desarrollo de sus hijos o han recibido la recomendación de un profesional para consultar con especialistas, en nuestro centro ofrecemos una sesión orientativa inicial gratuita. Esta sesión tiene como objetivo generar un proceso breve de valoración que nos permita identificar si en efecto existen desfases en el desarrollo y de qué tipo, con el fin de determinar la mejor vía de atención para el niño o niña.

En función de los hallazgos, podremos proponer una de las siguientes opciones:

• Ingreso al kínder terapéutico

• Acompañamiento terapéutico

• Espacio de orientación para padres, cuando no se identifican desfases ni signos de alerta, pero los cuidadores requieren guía, especialmente si se trata de madres y padres primerizos.

• Proceso de estimulación temprana

Proceso de valoración

En cualquiera de los casos de intervención terapéutica se lleva a cabo una valoración inicial estructurada, que incluye:

• Aplicación de una escala de neurodesarrollo, que nos permite evaluar distintas áreas del desarrollo (motricidad, lenguaje, socialización, cognición, conducta, entre otras) y establecer la edad madurativa real del niño o niña, es decir, el punto de desarrollo en el que realmente se encuentra, más allá de su edad cronológica.

Historia clínica, donde recopilamos antecedentes evolutivos relevantes al menor, así como aspectos ambientales y familiares de interés.

Perfil sensorial, que nos permite comprender cómo el niño o niña procesa la información del entorno (hipersensibilidad, hiposensibilidad, búsqueda sensorial, etc.)

Valoración pedagógica, centrada en los principios de la Nueva Escuela Mexicana, que nos ayuda a identificar cómo aplicar los enfoques formativos en función de las características individuales de cada pequeñito.

Resultados y seguimiento

Si el pequeño en formación cuenta con un diagnóstico previo, este proceso inicial permite establecer una base para:

• Entregar, al primer mes, un informe detallado de la valoración inicial, que incluye la edad madurativa, perfil sensorial, observaciones clínicas, y objetivos terapéuticos y académicos personalizados.

Si no cuenta con diagnóstico:

• Tras tres meses de clases se entrega un diagnóstico clínico completo, en caso de que la batería de pruebas aplicada nos indique que el pequeño vive con alguna condición del neurodesarrollo se describe el tipo de condición, nivel, fortalezas, debilidades y manifestaciones específicas en el contexto cotidiano del niño o niña.

Este proceso integral garantiza que cada pequeñito reciba una atención personalizada y basada en evidencia, adecuada a su perfil único de desarrollo.

Aspectos importantes en nuestra propuesta de preescolar:

· Grupos reducidos (Aforo de 4 a 8 pequeños en saló

· Terapeuta titular más auxiliares terapéuticos por salón, lo que permite brindar atención uno a uno cuando es necesario.

· Las clases son impartidas por terapeutas especializadas en neurodesarrollo y neurodiversidad -terapeuta de lenguaje, fisioterapeuta, psicóloga y pedagoga)

· Aprendizaje es vivencial y práctico.

A continuación, te compartimos cómo integramos los cuatro campos formativos de la NEM con nuestras áreas terapéuticas clave:

🧠 Saberes y Pensamiento Científico

Objetivo NEM:
Fomentar la curiosidad, el pensamiento crítico, y el entendimiento del entorno natural y social.

Nuestra integración terapéutica:

· Desde terapia de aprendizaje y estimulación cognitiva, potenciamos las funciones ejecutivas, la atención, memoria y solución de problemas.

· Introducimos prerrequisitos a la lectoescritura (como la conciencia fonológica, la discriminación auditiva y visual, la direccionalidad, el trazo, la lateralidad y la comprensión del uso funcional del lenguaje escrito), así como matemáticas (seriación, clasificación, correspondencia, conteo, patrones, relación número-cantidad y ubicación espacial)

· Acompañamos al niño en la exploración activa del mundo, buscamos incentivar la curiosidad, experimentación y consciencia del mundo

· Desarrollamos su capacidad de interpretar su entorno desde lo sensoriomotor y lo cognitivo, formando conexiones entre su experiencia interna y el mundo externo.

· Promovemos el que los pequeños estén conscientes en tiempo, espacio y persona ¿Qué día/mes/estación es? ¿Día y noche… qué hora es? Consciencia de fechas celebres -somos parte de una comunidad y población ¿Dónde estoy? ¿Quién soy?

· Motivamos el juicio crítico a partir de que los pequeños puedan entender su mundo interno ¿qué quiero? ¿Cómo me siento con…? Y puedan posteriormente expresarlo, ya sea de forma verbal o con sistemas alternativos de la comunicación, fomentamos la autoevaluación ¿cómo trabajaste hoy? ¿Cómo te sentiste hoy -predominantemente? Fomentando su respuesta, en caso de necesitarlo, con señas o pictogramas, generamos preguntas con apoyos para la respuesta o respuesta guiadas, les permitimos decidir colocando opciones, generamos actividades de causa y efecto.

💬 Lenguajes

Objetivo NEM: Desarrollar la capacidad de comunicación y expresión mediante diversos lenguajes, fortaleciendo la identidad cultural y emocional.

Nuestra integración terapéutica:

• Aplicamos terapia de lenguaje y comunicación, adaptada a las capacidades expresivas de cada niño, incluyendo lenguaje oral, señas, pictogramas y otros apoyos.

• Incluimos terapia miofuncional, fortaleciendo funciones orales y preverbales

• Trabajamos también la regulación emocional y conductual: fomentamos que el niño pueda nombrar, reconocer y expresar sus emociones.

• En esta área también desarrollamos habilidades sociales y vinculación afectiva, necesarias para el desarrollo de la conversación, el juego simbólico y la interacción significativa.

🌎 Ética, Naturaleza y Sociedades

Objetivo NEM: Promover el cuidado del entorno, la participación social y la convivencia pacífica con una conciencia crítica y ambiental.

Nuestra integración terapéutica:

• Desde terapia ocupacional, impulsamos el desarrollo del autocuidado (vestirse, alimentarse, higiene), y fomentamos el autoconocimiento corporal y emocional.

• Realizamos proyectos vivenciales relacionados con el medio ambiente, donde el niño comprende la interconexión entre sí mismo y el entorno.

• Estimulamos el pensamiento crítico y reflexivo en contextos reales: el niño aprende a esperar turnos, proponer soluciones, respetar puntos de vista y asumir responsabilidades pequeñas.

• Se trabaja a nivel de terapia conductual, enmarcando

🤝 De lo Humano y lo Comunitario

Objetivo NEM: Fortalecer la identidad individual y colectiva, promoviendo vínculos afectivos y participación comunitaria.

Nuestra integración terapéutica:

• Trabajamos con la integración sensorial, abordando no solo los cinco sentidos tradicionales, sino también los sentidos internos:

• Propiocepción (conciencia del cuerpo en el espacio)

• Interocepción (sensación del hambre, sed, dolor, emociones)

• Sistema vestibular (equilibrio y orientación)

• Desde la psicomotricidad gruesa y fina, acompañamos el desarrollo del esquema corporal, la coordinación, el ritmo, y habilidades preescriturales.

• Atendemos el manejo de crisis emocionales, desbordes y rabietas, enseñando estrategias autorregulatorias desde la empatía y el vínculo.

• Promovemos la capacidad de pertenecer, participar, y colaborar en comunidad

🌟 Nuestro compromiso

En esta etapa temprana, el cerebro infantil está en plena formación. Es una ventana sensible y poderosa, en la que cada intervención y experiencia puede marcar profundamente el futuro del niño. Por ello, nuestra labor no es solo enseñar contenidos escolares, sino formar seres humanos íntegros, conectados con su cuerpo, sus emociones, su entorno y su comunidad.

Desde el enfoque terapéutico y educativo, ayudamos a que cada niño explote su potencial, avance a su propio ritmo y logre —con los apoyos necesarios— una base sólida para su desarrollo integral

Si tu hijo presenta algún desfase en el desarrollo, dificultades en el lenguaje, conducta, aprendizaje o socialización, acércate con nosotros. Estamos para acompañarte, orientarte, identificar las necesidades reales de tu hijo y construir juntos un camino de desarrollo, bienestar y felicidad.

Tenemos programas de intervención temprana, maternal, kinder y prefirst.

Simulador Escolar

El Simulador Escolar es un espacio de intervención terapéutica creado para niñas, niños y adolescentes con condición del espectro autista. Aquí, lo más importante es su bienestar integral, ya que sólo desde el bienestar es posible avanzar hacia la autonomía, el aprendizaje y un desarrollo integral en los diferentes contextos en los que viven.

Trabajamos desde una base terapéutica sólida, integrando distintos enfoques especializados que permiten acompañar su crecimiento de forma respetuosa, significativa y ajustada a sus necesidades individuales.

🔧 Intervenciones terapéuticas que ofrecemos

Contamos con un equipo interdisciplinario que brinda atención desde los enfoques:

✔️ Terapia cognitivo-conductual
✔️ Terapia de lenguaje
✔️ Integración sensorial
✔️ Terapia de juego
✔️ Intervención psicomotora
✔️ Terapia ocupacional

Cada intervención se diseña con base en una valoración inicial integral, y se adapta continuamente conforme al progreso de cada usuario con base en reportes de evaluación semestrales, y a partir de estos el establecimiento de nuevos objetivos terapéuticos, los cuales podrán centrarse en:

🎯 Objetivos de desarrollo

🔸 Comunicación y lenguaje
🔹 Interacción social
🔸 Aprendizaje y funciones cognitivas
🔹 Regulación emocional y conductual
🔸 Procesamiento sensorial
🔹 Motricidad fina y gruesa
🔸 Autonomía y habilidades para la vida diaria

Dinámica de trabajo en grupo

La dinámica del Simulador Escolar es grupal, cada grupo se conforma de forma cuidadosa, buscando que sea lo más homogéneo posible en cuanto a edad madurativa, nivel de apoyo en el área sensorial, comunicativa, cognitiva y conductual.

Para lograr esto, realizamos una valoración inicial integral, que incluye:

  • 🔍 Observación terapéutica

  • 📋 Historia clínica

  • 📊 Escala del Neurodesarrollo (para determinar la edad madurativa)

  • 🎯 Perfil sensorial

Con base en esta evaluación, se asigna al niño o niña al grupo más adecuado para él o ella.

Cada grupo, a partir de su perfil general, mantiene una priorización específica de áreas terapéuticas. Es decir, aunque todos los objetivos son importantes, en cada grupo se enfatizan aquellas áreas que son más necesarias o urgentes para sus integrantes: por ejemplo, un grupo puede centrarse más en habilidades académicas, desarrollo socioafectivo y estructuración del lenguaje, mientras otro enfoca en integración sensoriales, y habilidades conductuales y de autonomía

Esto nos permite individualizar los objetivos dentro de una estructura grupal, ofreciendo un espacio terapéutico equilibrado, coherente y adaptado a las necesidades reales de quienes lo integran.

🧭 Horario y modalidad de atención

El horario es de 9:00 hrs. a 13:30 hrs. con posibilidad de horario extendido a 16:00 hrs.

✅ Alternada

Dirigida a niñas y niños que ya asisten a una escuela regular o con atención neurodivergente, pero que requieren un acompañamiento terapéutico adicional. En esta modalidad, los días de intervención en el Simulador se alternan con los días escolares, fortaleciendo sus habilidades para que puedan desenvolverse mejor en ambos entornos.

✅ Intensiva

Diseñada para quienes aún no han encontrado una escuela que pueda dar respuesta adecuada a sus necesidades. Aquí, los pequeños asisten todos los días.

Sabemos que muchas veces no es el niño quien “no puede adaptarse”, sino que los espacios escolares no cuentan con los recursos necesarios para incluirlo adecuadamente. Por eso, el Simulador Escolar nace como una respuesta concreta, humana y profesional, centrada en el desarrollo real de cada persona.

🎓 Preparación para el INEA

Educación funcional y certificación acompañada para adolescentes

Este programa está dirigido a adolescentes con discapacidad intelectual leve o moderada, ya sea como diagnóstico principal o como parte de una condición como el Trastorno del Espectro Autista. Desde nuestra visión integral, comprendemos al adolescente en todas sus dimensiones: emocional, social, cognitiva y funcional.

En esta etapa, ponemos especial atención en el desarrollo de habilidades cognitivas, académicas y adaptativas, con el objetivo de ofrecer herramientas que realmente les sirvan en su vida diaria y que puedan traducirse en logros concretos.

🤝 Sinergia con el INEA

Contamos con un convenio activo con el INEA (Instituto Nacional para la Educación de los Adultos), que nos permite preparar a nuestros usuarios para que, al cumplir los 15 años, puedan presentar su examen de primaria o secundaria directamente en el centro, en un ambiente conocido, seguro y respetuoso.

Al realizar todo el proceso dentro del centro, podemos:

  • Ser testigos directos del desempeño y progreso de cada adolescente.

  • Asegurarnos de que cada uno se desenvuelva desde sus capacidades reales, sin presiones externas.

  • Garantizar que, en todo momento, se mantenga un entorno de empatía, contención y atención especializada a sus necesidades.

📚 ¿Qué trabajamos?

Los contenidos están basados en materias del nivel secundaria, siempre desde un enfoque funcional y comprensible

El enfoque no es memorístico, sino práctico: buscamos que los aprendizajes se conecten con la vida cotidiana y ayuden al adolescente a comprender el mundo y actuar en él.

🎯 Objetivos del programa

  • Fortalecer habilidades cognitivas que les permitan razonar, anticipar, resolver problemas y tomar decisiones básicas.

  • Desarrollar habilidades de comunicación funcional, participación activa y autonomía.

  • Abordar aspectos propios de la adolescencia como:

o Identidad

o Sexualidad

o Necesidad de pertenencia

o Habilidades sociales y de autocuidado

o Autorregulación emocional y autoestima

Este programa no busca replicar un modelo escolar tradicional. Es una propuesta educativa-terapéutica, diseñada para adolescentes neurodivergentes, que promueve logros reales, útiles y accesibles, en un entorno seguro, humano y profundamente respetuoso.

📚 Regularización y Terapia de Aprendizaje

La regularización y terapia de aprendizaje está dirigida a niños y adolescentes con diagnósticos como TDAH, Asperger y trastornos específicos del aprendizaje, como la dislexia o la discalculia. Aunque en muchos casos el coeficiente intelectual no está afectado, estas condiciones pueden manifestarse en dificultades puntuales en ciertas habilidades cognitivas y áreas de aprendizaje que requieren un abordaje especializado.

Nuestro enfoque se centra en entender cómo aprende cada niño o adolescente, para ofrecer una intervención personalizada que facilite el desarrollo de sus habilidades académicas y cognitivas de manera integral y significativa.

Trabajamos la regularización en lectoescritura y matemáticas partiendo desde las habilidades previas necesarias, como la motricidad fina, la coordinación ojo-mano, la percepción visual y auditiva, y el reconocimiento de patrones. En lectoescritura, se abordan aspectos como la conciencia fonológica, la correspondencia entre sonidos y letras, la decodificación y comprensión lectora, así como la escritura de palabras y oraciones. En matemáticas, fomentamos la comprensión de los números, las operaciones básicas y el razonamiento lógico para resolver problemas prácticos.

Las actividades que proponemos son variadas y diseñadas para mantener el interés y motivación de los usuarios. Combinamos ejercicios sobre mesa con metodologías más lúdicas que incluyen juegos, actividades de arte y psicomotricidad. En muchos casos, estas actividades incorporan elementos de integración o estimulación sensorial, que se trabajan en nuestra sala sensorial, para favorecer la autorregulación y el aprendizaje multisensorial.

Paralelamente, estimulamos las funciones cognitivas esenciales para el aprendizaje y la vida cotidiana, tales como la atención, la memoria, la planificación, la organización, el control de impulsos y la flexibilidad mental. Este trabajo constante busca fortalecer las bases que permiten un mejor rendimiento académico y una mayor autonomía en los distintos contextos.

Este programa está dirigido a niños y adolescentes en niveles de primaria y secundaria que presentan dificultades específicas en su proceso de aprendizaje. Nuestro modelo es integral y personalizado, adaptando las actividades a las características individuales de cada usuario para lograr un progreso real y sostenible, que trascienda el aula y se refleje en su día a día.

¿Sabías que para que un niño o niña pueda escribir, se pone en marcha un conjunto complejo de habilidades que van mucho más allá de tomar un lápiz? Escribir implica coordinar diversas áreas del desarrollo, comenzando por la motricidad fina, que incluye la grafomotricidad (realizar trazos controlados como líneas o curvas), la pinza digital(sujetar el lápiz con precisión), la coordinación óculo-manual (sincronizar la vista con el movimiento de la mano), la destreza manual (manipular objetos pequeños) y una adecuada fuerza y tono muscular, para controlar la presión del trazo. A nivel perceptual, se requiere de percepción visual para reconocer formas y colores, discriminación visualpara diferenciar letras parecidas (como “p” y “q”), memoria visual para recordar patrones, y secuenciación visual para organizar elementos en orden. También se involucra el área espacial y corporal, que permite ubicar correctamente conceptos como arriba/abajo o derecha/izquierda (orientación espacial), tener una lateralidad definida (saber con qué mano escribir), un esquema corporal claro (consciencia del propio cuerpo), y una direccionalidad adecuada (seguir el flujo de izquierda a derecha y de arriba hacia abajo). Finalmente, el área cognitiva es fundamental: mantener la atención sostenida, planificar y organizar la acción de escribir, y desarrollar un ritmo con control inhibitorio que permita evitar impulsos y mantener trazos regulados. Cada una de estas habilidades es importante y puede necesitar apoyos específicos, según el desarrollo y las características individuales de cada niño o niña.

🌈 Integración Sensorial: Base para el desarrollo y el aprendizaje.

La integración sensorial es la base neurológica que permite que el cuerpo y el cerebro trabajen en conjunto para interpretar, organizar y responder a los estímulos del entorno de manera funcional. Jean Ayres, pionera en este campo, definió la integración sensorial como el proceso por el cual el sistema nervioso central organiza las sensaciones del propio cuerpo y del ambiente, haciendo posible respuestas adaptativas y coordinadas.

Los sentidos no se limitan solo a los tradicionales (vista, oído, tacto, olfato y gusto), sino que también incluyen los llamados sentidos internos o interoceptivos, como el sistema vestibular (equilibrio y movimiento), el propioceptivo(ubicación del cuerpo en el espacio) y el interoceptivo (percepción de señales internas como hambre, temperatura o necesidad de ir al baño). Cuando alguno de estos sistemas no procesa adecuadamente la información, se puede presentar un trastorno del procesamiento sensorial (TPS), que puede manifestarse como una condición independiente o como síntoma asociado a otro diagnóstico, como el Trastorno del Espectro Autista, el TDAH, entre otros.

En nuestro centro, abordamos las necesidades sensoriales desde ambas perspectivas: trabajamos con menores que tienen un TPS como diagnóstico primario, así como con aquellos que lo presentan como parte de otro cuadro clínico. En ambos casos, el abordaje se realiza con el mismo nivel de profundidad y cuidado, pero con estrategias personalizadas que responden a las características específicas de cada niño.

Es importante comprender que, aunque dos niños puedan requerir intervención en el área sensorial, las necesidades, las respuestas al entorno y los niveles de procesamiento sensorial pueden ser completamente distintos. Por ello, en nuestro centro, los grupos terapéuticos no se conforman por diagnóstico, sino por perfil funcional y nivel de necesidad.

Por ejemplo, un niño con autismo que presenta una necesidad de apoyo general nivel 3, incluyendo una alta demanda en integración sensorial, no compartirá grupo con un niño con TDAH y trastorno del procesamiento sensorial, aunque ambos requieran intervención en esta área. Esto se debe a que, aunque la categoría de necesidad parezca similar, las formas en que se manifiesta, se aborda y se regula el sistema sensorial son muy distintas, así como también lo son los recursos cognitivos, comunicativos, conductuales y adaptativos de cada uno. Por lo tanto, todo el marco de intervención terapéutica cambia: los objetivos, los enfoques, el ritmo de trabajo y las herramientas que se utilizan deben adaptarse de manera precisa a cada perfil. Esta diferenciación nos permite ofrecer una intervención verdaderamente funcional, respetuosa y eficaz. Nuestro objetivo es que cada menor reciba una intervención realmente adecuada a sus características. Por eso, todos nuestros grupos son diseñados para ser lo más homogéneos posible, de modo que se garantice que las necesidades específicas de cada niño sean atendidas.

🧠 Bases teóricas y recursos de intervención

Nuestra intervención sensorial está fundamentada en tres pilares principales:

  • Jean Ayres, quien desarrolló la teoría base de la integración sensorial, identificando cómo el procesamiento sensorial impacta directamente en el desarrollo, la conducta y el aprendizaje.

  • Patricia Wilbarger, quien introdujo el concepto de dieta sensorial: una a personalizada de estímulos sensoriales reguladores que permiten al sistema nervioso mantenerse en un nivel óptimo de activación durante el día.

  • Williams y Shellenberger, quienes propusieron la Pirámide del Aprendizaje, un modelo que sitúa a la regulación fisiológica y sensorial como base fundamental para el desarrollo motor, cognitivo y académico.

Siguiendo estas bases, nuestro centro cuenta con mobiliario especializado y materiales multisensoriales que permiten una intervención rica, variada y ajustada al perfil de cada niño. Contamos con sala sensorial equipada, donde se realizan actividades específicas para trabajar hiper e hiporrespuesta a estímulos, mejorar la autorregulación, y facilitar el desarrollo funcional en diferentes contextos. También utilizamos colchonetas, pelotas terapéuticas, columpios, objetos con peso, texturas variadas y elementos visuales y auditivos controlados.

Nuestra intervención sensorial no solo busca evitar crisis o conductas desreguladas, sino preparar al sistema nervioso para que el niño pueda participar de forma más activa, consciente y funcional en su entorno: ya sea en casa, en la escuela o en la comunidad.

🤸 Intervención en psicomotricidad y motricidad

Movimiento con propósito, aprendizaje con sentido

La intervención psicomotriz en nuestro centro tiene como eje el entendimiento del cuerpo como una vía fundamental para el desarrollo integral del niño. La psicomotricidad no solo atiende al movimiento como una función aislada, sino como una expresión directa del desarrollo neurológico, emocional, sensorial y cognitivo. Desde esta visión, el cuerpo se convierte en vehículo de comunicación, aprendizaje y regulación.

Trabajamos con menores que presentan dificultades en la motricidad gruesa o fina, ya sea como parte de un diagnóstico más amplio (como el espectro autista, TDAH o trastornos del desarrollo motor), o en el contexto de una intervención temprana para favorecer el neurodesarrollo en etapas sensibles. Casos como la apraxia (dificultad para planificar y ejecutar movimientos voluntarios), el retraso en el desarrollo motor o las alteraciones en la coordinación y equilibrio, son abordados desde un enfoque terapéutico, lúdico y respetuoso.

También intervenimos cuando las dificultades motoras están estrechamente ligadas al procesamiento sensorial. Por ejemplo, cuando un menor no tolera ciertas posturas, evita el contacto con determinadas superficies, o no logra coordinar movimientos por alteraciones en los sistemas vestibular y propioceptivo. En estos casos, la psicomotricidad se convierte en un puente entre el cuerpo, los sentidos y el entorno, permitiendo mayor integración, regulación y adaptación funcional.

🧠 Movimiento, cerebro y aprendizaje

El trabajo psicomotor estimula de manera directa la plasticidad cerebral, favoreciendo la creación de nuevas conexiones neuronales que impactan en áreas como la atención, la memoria, la organización espacial, la planificación y la autorregulación. A través de actividades estructuradas —como circuitos motores, juegos rítmicos, actividades de equilibrio, coordinación mano-ojo o movimientos cruzados— activamos funciones cerebrales esenciales para el aprendizaje y la vida diaria.

En este sentido, también integramos estrategias de gimnasia cerebral, que combinan movimiento, respiración, ritmo y concentración para mejorar la conexión entre ambos hemisferios cerebrales. Estas actividades no solo fortalecen el desarrollo motor, sino que mejoran el rendimiento cognitivo y la capacidad de aprender.

🎨 Movimiento como herramienta de expresión

La psicomotricidad también tiene un valor profundo como recurso expresivo. A través del juego corporal, del movimiento libre o estructurado, y del uso del espacio, los niños exploran, liberan tensiones, desarrollan seguridad corporal y fortalecen su sentido de identidad. Es una herramienta especialmente útil para menores con dificultades de comunicación verbal o emocional.

En nuestro centro, la intervención psicomotriz se adapta al perfil y objetivos de cada niño. Se realiza tanto en sala sensorial como en espacios de movimiento libre y conmobiliario especializado, generando experiencias que combinan el juego, la exploración y el aprendizaje funcional. El cuerpo no es solo el medio para moverse, es el punto de partida para conectar, aprender y crecer.

🧩 Terapia Ocupacional

Autonomía para la vida cotidiana

La terapia ocupacional en nuestro centro está enfocada en desarrollar la autonomía de cada niño o adolescente, fortaleciendo habilidades esenciales para desenvolverse en su entorno cotidiano de manera funcional, segura y con confianza.

Nuestro enfoque se centra en las actividades de la vida diaria (AVD), es decir, aquellas rutinas básicas que permiten a cada persona ganar independencia en su día a día. Trabajamos de forma estructurada, lúdica y gradual, respetando el ritmo de desarrollo de cada usuario y adaptando las estrategias a su perfil sensorial, cognitivo y emocional.

🚿 ¿Qué se trabaja específicamente?

El abordaje incluye rutinas de higiene, autocuidado, alimentación, vestimenta, organización en casa y vida independiente, siempre alineado con su nivel madurativo. Algunos de los objetivos más comunes incluyen:

  • Higiene personal: lavado de manos, cepillado de dientes, baño, limpieza corporal.

  • Tolerancia sensorial en rutinas: por ejemplo, en casos donde el niño o adolescente no acepta el corte de cabello, cepillo dental, corte de uñas o ciertos productos, se trabaja desde la desensibilización progresiva y con recursos terapéuticos adaptados.

  • Control de esfínteres, en los casos en que aún sea necesario, incluyendo conciencia corporal y uso funcional del baño.

  • Secuencias de actividades: como vestirse, tender la cama, doblar ropa, ordenar su espacio o preparar alimentos sencillos.

  • Estructura y orden en el hogar: participación en rutinas, organización de materiales y establecimiento de hábitos funcionales.

🍽️ Selectividad alimentaria: un trabajo especializado

Cuando hay rechazo a ciertos alimentos, texturas o utensilios, se trabaja la selectividad alimentaria desde un enfoque sensorial y conductual, incluyendo actividades de exposición gradual, preparación de alimentos, juego sensorial y estrategias positivas que promueven una relación más amplia y saludable con la comida.

El objetivo de la terapia ocupacional es que el niño o adolescente logre una mayor independencia y seguridad en sus actividades diarias, fortaleciendo su autoestima, su participación dentro de la familia y su integración social. Más allá del desarrollo de habilidades puntuales, la terapia ocupacional implica una serie de acciones y procesos terapéuticos centrados en ayudar a la persona a desenvolverse de forma funcional, significativa y autónoma en sus entornos reales. Bajo esta premisa, la mirada general de nuestro enfoque integral se alinea con esta visión ocupacional: en cada una de nuestras intervenciones promovemos el desarrollo de habilidades que no solo respondan a un área específica, sino que impacten directamente en la participación activa y cotidiana del niño o adolescente.

Así, nuestras propuestas terapéuticas integran actividades orientadas al fortalecimiento de la motricidad fina y gruesa (como abotonarse la ropa, recortar con tijeras o subir y bajar escaleras de forma segura), el procesamiento sensorial (por ejemplo, tolerar el cepillado dental, adaptarse a cambios de temperatura, soportar el contacto con ciertas texturas, regular la hiperactividad), las funciones cognitivas (como planear los pasos para preparar un lunch, anticipar rutinas o recordar secuencias simples), el juego y la socialización (como esperar turnos, seguir reglas en una dinámica o iniciar una conversación), la regulación emocional y conductual (por ejemplo, identificar cuándo necesita un espacio de calma o pedir ayuda verbalmente o con SAACs en lugar de manifestar una crisis), el desempeño escolar funcional (como sostener el lápiz con agarre funcional, organizar materiales o seguir consignas dentro del aula), la comunicación (como expresar necesidades básicas o nombrar objetos cotidianos), y el conocimiento académico aplicado (como reconocer palabras en un cartel, escribir su nombre o aplicar conceptos matemáticos básicos en contextos reales, por ejemplo, al pagar en una tienda o identificar monedas y billetes).

Asimismo, trabajamos activamente la orientación en tiempo, espacio y persona, es decir, que el niño o adolescente logre identificarse a sí mismo (saber quién es, cómo se llama), reconocer a sus familiares cercanos, entender que forma parte de una familia, de una comunidad y de un país —por ejemplo, que vive en México—, y que logre ubicarse en su entorno. Esto incluye el desarrollo de la noción temporal (saber qué día es hoy, si es mañana o ayer, identificar los momentos del día como mañana, tarde y noche, o incluso aprender a leer la hora, el mes y el año actual) para mejorar su comprensión del paso del tiempo, su planificación y su sentido de pertenencia en el mundo.

Este abordaje terapéutico no se limita al espacio clínico, sino que está siempre orientado a que las habilidades adquiridas se integren de forma natural y útil en la vida diaria del niño o adolescente, permitiendo que su participación en casa, la escuela y la comunidad sea cada vez más independiente, activa y significativa. Así, acciones como elegir su ropa, sentarse a la mesa sin desregulación sensorial, reconocer a su madre o padre, ubicar su casa o colonia, saber que es lunes, que estamos en junio o que es de noche, pedir algo que necesita, usar dinero en una compra sencilla o escribir su nombre en una etiqueta, son mucho más que logros individuales: son expresiones de autonomía construidas desde una intervención terapéutica integral y con propósito.

🗣️ Terapia de Lenguaje

Construyendo herramientas para la expresión, la comprensión y la conexión

La terapia de lenguaje en nuestro centro se adapta de forma individualizada a las capacidades expresivas y comunicativas de cada niño, considerando no solo su nivel verbal, sino su forma particular de procesar, expresar e interpretar el lenguaje. Trabajamos desde una perspectiva funcional, donde el objetivo no es únicamente “hablar más”, sino comunicar mejor, con más claridad, autonomía e intención.

Nuestra intervención parte de reconocer que cada niño tiene una forma única de comunicarse y que, a través de distintas estrategias, es posible construir caminos que favorezcan su participación en la vida familiar, escolar y social. Por ello, trabajamos desde el lenguaje oral, pero también desde los Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación (SAACs), el lenguaje gestáltico, los apoyos sensoriales y los intercambios estructurados, según sea el perfil y la necesidad.

Etapas del desarrollo del lenguaje y estrategias de intervención

La intervención se ajusta al momento madurativo del niño, considerando los hitos del desarrollo del lenguaje y los elementos comunicativos funcionales que pueden acompañarlo:

🎯 Principales áreas de intervención

1. Intención comunicativa y significado funcional

Antes de centrarnos en “cómo habla”, observamos por qué y para qué comunica. Muchas veces, incluso la ecolalia puede tener intención comunicativa, y nuestro objetivo es:

  • Dotar de significado funcional a las emisiones verbales o gestuales

  • Reforzar los intentos de expresión con sentido (aunque no sean verbales)

  • Evolucionar hacia una comunicación que refleje deseos, emociones y necesidades reales

2. Lenguaje verbal

Trabajamos con aproximaciones a la palabra desde etapas muy tempranas, utilizando:

  • Onomatopeyas, interjecciones, vocalizaciones y juego sonoro

  • Punto y modo de articulación (según fonema trabajado)

  • Terapia miofuncional (posición de lengua, labios, mandíbula)

  • Métodos como PROMPT, con pistas táctiles, visuales y sensoriales

  • Estimulación fonológica en actividades significativas

3. Sistemas Aumentativos y Alternativos de Comunicación (SAACs)

Cuando el lenguaje verbal no está disponible o aún en desarrollo, usamos recursos como:

  • Señas naturales y gestos funcionales

  • Señalamientos e intercambio de imágenes

  • Pictogramas, tableros de comunicació

  • Dispositivos electrónicos

4. Lenguaje gestáltico

Muchos niños neurodivergentes procesan el lenguaje de manera gestáltica, es decir, a través de frases completas y no por palabras aisladas. En estos casos, trabajamos siguiendo los principios de Alexandria Zachos:

  • Atribuir sentido funcional a la ecolalia (uso significativo de frases repetidas)

  • Acompañar la transición hacia un lenguaje más flexible y generativo

  • Mantener una estructura de apoyo emocional y sensorial durante esta transición

5. Intercambios comunicativos estructurados

La intervención siempre tiene como meta final lograr interacciones reales y significativas, por lo que promovemos:

  • Comunicaciones con intención clara (para pedir, rechazar, compartir, preguntar)

  • Situaciones estructuradas con apoyos visuales, físicos o verbales

  • Participación en entornos reales (por ejemplo, pedir un alimento, contar una experiencia, jugar por turnos)

💬 Un lenguaje que sirva para vivir

El lenguaje no se enseña en abstracto. Cada palabra, gesto, pictograma o frase se trabaja en contextos reales, para que el niño o adolescente logre comunicarse de manera efectiva en su entorno. Por ejemplo, pedir su snack favorito, expresar incomodidad, elegir una actividad o interactuar en grupo son logros comunicativos tan importantes como pronunciar correctamente una palabra.

Por eso, la terapia de lenguaje en nuestro centro es profundamente funcional, individualizada y adaptativa, respetando la forma en que cada niño procesa el mundo y busca conectar con los demás.

🌱 Intervención Cognitivo-Conductual, Socioemocional y de Juego

En nuestro centro, abordamos el desarrollo de habilidades sociales, afectivas, conductuales y cognitivas a través de un enfoque ecléctico que combina terapia cognitivo-conductual, humanista y de juego, siempre adaptado al nivel de desarrollo de cada niño. Este enfoque nos permite acompañar procesos esenciales del neurodesarrollo como la comprensión emocional, la autorregulación, la conducta adaptativa, la construcción del vínculo social, y la participación activa y funcional en su entorno cotidiano.

Trabajamos desde elementos como la imitación y el seguimiento de instrucciones, hasta procesos más complejos como la comprensión de reglas sociales, el desarrollo de la identidad, la autoestima, la autodeterminación, y la capacidad de los niños para involucrarse en contextos sociales de forma segura, respetuosa y significativa. Los objetivos que abordamos no estandarizados, sino que se diseñan de acuerdo con el perfil funcional, madurativo y emocional de cada niño-adolescente, así como la forma en que su diagnóstico se manifiesta. Esto nos permite garantizar que cada intervención sea realmente pertinente, efectiva y respetuosa de su forma única de sentir, procesar e interactuar con el entorno.

En esta línea, se abordan habilidades como el reconocimiento de emociones propias y ajenas, la regulación emocional y conductual, la empatía, el manejo de la frustración, la comprensión de normas y límites, el respeto de turnos, el contacto visual, la flexibilidad cognitiva y social, y la participación activa, autónoma y protegida en su entorno. Además, se enseñan herramientas concretas para reconocer y reaccionar ante situaciones de riesgo, identificar afecto inapropiado, y expresar experiencias incómodas o difíciles por medio del lenguaje verbal, gestual, pictográfico o CAA.

🧩 ¿Qué pasa si un niño presenta crisis?

Cuando un niño o niña presenta crisis de forma constante, buscamos la conducta, una crisis nunca aparece “porque sí”; siempre está comunicando algo que no se puede expresar de otra forma.

Nuestro modelo pone como primer objetivo el bienestar del usuario, siempre desde una perspectiva terapéutica y respetuosa. Ante una crisis, abordamos la situación desde su causa raíz, buscando comprensión y acompañamiento adecuados.

Es importante no confundir el bienestar con ceder ante un “berrinche” o desborde emocional; el bienestar auténtico implica un entendimiento terapéutico que guía la intervención. Por ejemplo, si un usuario manifiesta un desborde emocional que termina en crisis, mantenemos un equilibrio: acompañamos con respeto y contención sin ceder a demandas que puedan ser contraproducentes para su desarrollo, siempre promoviendo su comprensión y regulación emocional.

🧠 ¿Qué buscamos entender?

Exploramos diferentes posibles orígenes, porque cada caso es único:

  • Sensorial: ¿Hay estímulos que lo sobrecargan (luces, sonidos, texturas, movimiento)?

  • Emocional: ¿Siente ansiedad, frustración o miedo y no sabe cómo expresarlo?

  • Comunicativo: ¿Tiene medios funcionales para expresar lo que necesita o rechazar lo que le molesta?

  • Conductual: ¿Ha desarrollado alternativas claras para manejar la frustración o resolver conflictos?

  • Cognitivo: ¿Está enfrentando rutinas o demandas que no logra comprender o anticipar?

🛠️ ¿Cómo intervenimos?

No aplicamos un solo tipo de intervención, sino que diseñamos planes personalizados e integrales que responden a lo que ese niño necesita en ese momento. Esto puede incluir:

  • Integración sensorial: Cuando identificamos una sobrecarga sensorial, nuestro objetivo es apoyar al sistema nervioso para que tolere mejor ciertos estímulos y prevenir la desregulación. Sin embargo, incluso si la crisis no tiene un origen sensorial directo, podemos ofrecer estímulos sensoriales específicos que ayuden a regular al usuario. Por ejemplo, aplicamos presiones suaves, aromas o luces, seleccionados según su perfil sensorial individual, para favorecer la autorregulación y el bienestar.Apoyo en comunicación funcional, para dotarlo de herramientas que le permitan expresar lo que siente o necesita (pictogramas, gestos, lenguaje oral, dispositivos electrónicos).

  • Autorregulación emocional y conductual, a través de estrategias visuales, objetos reguladores, rutinas de contención y acompañamiento afectivo.

  • Terapia cognitivo-conductual y de juego, para ayudarle a entender lo que pasa, anticipar situaciones difíciles y desarrollar herramientas para afrontarlas.

Sabemos que algunas crisis pueden implicar conductas de agresión a sí mismos o hacia otros, y es importante reconocerlo sin estigmatizarlo. En estos casos, siempre después de dialogar y acordarlo con las familias, implementamos estrategias de contención física o ambiental, únicamente cuando son necesarias para salvaguardar la seguridad del menor y del terapeuta, nunca como castigo ni forma de control. Estas acciones se acompañan de un trabajo terapéutico constante que busca disminuir progresivamente la intensidad y frecuencia de estas crisis mediante herramientas sensoriales, sociales, comunicativas, emocionales y cognitivas que permitan al niño expresar su malestar de formas más funcionales y seguras.

Nuestro actuar siempre busca tener una base y manejo terapéutico, con un ¿por qué? y ¿para qué? claro, una crisis y un desborde emocional o berrinche” no son lo mismo, aunque a veces puedan parecerlo, y bien, un desborde emocional puede escalar a una crisis, en estos casos mantenemos una postura firme, pero afectiva. No se trata de ceder ante una exigencia, como por ejemplo cuando un niño quiere salir al patio en un momento no permitido, sino de ayudarle a atravesar el malestar, acompañándolo con respeto, pero también con claridad y estructura. Usamos estrategias como la anticipación, la negociación, el uso de apoyos visuales, el encuadre, y la contención emocional y conductual, para que pueda comprender los límites, integrar las normas del entorno y desarrollar autocontrol sin sentirse invalidado o castigado.

🤝 Acompañamiento a las familias

Sabemos que las crisis no solo afectan al niño, sino también a su entorno más cercano. Por eso, trabajamos siempre de la mano de las familias, brindando comprensión, estrategias concretas y contención. Enseñamos cómo actuar antes, durante y después de una crisis

💬 Desarrollo Socioafectivo

Esta área es un componente fundamental para el bienestar, la autonomía y la inclusión plena. Nuestra manera de trabajo siempre parte de la valoración individual de cada niño, niña o adolescente, determinar sus características, partiendo de elementos como su edad real, su edad madurativa, sus recursos, necesidades específicas y sus formas particulares de procesar, comprender y aprender.

Promovemos el desarrollo socioafectivo a través de diferentes dimensiones:

La construcción de la identidad y la autoestima, acompañando a cada persona en el proceso de reconocerse a sí misma, identificar sus emociones, gustos, fortalezas y necesidades.
Trabajamos desde habilidades básicas como el reconocimiento del propio nombre, la identificación de emociones primarias, el uso de gestos o recursos alternativos para expresarse, hasta aspectos más complejos como la construcción del autoconcepto, la reflexión sobre las propias características, la comparación social, el sentido de pertenencia, y la integración de sus particularidades como parte valiosa de su identidad.

Las relaciones sociales y afectivas sanas, fomentando el respeto, la empatía y la interacción y cooperación con los demás, así como la valoración de la diversidad en todas sus formas. Se promueve el desarrollo de habilidades sociales desde interacciones simples como el contacto visual, el juego paralelo, el intercambio de turnos y la imitación, hasta relaciones más complejas como el establecimiento de amistades, la negociación de acuerdos, la autorregulación emocional en grupo y la resolución de conflictos.

• La participación en su comunidad, fortaleciendo el sentido de pertenencia, la comprensión de las normas de convivencia, el reconocimiento de los roles sociales y el desarrollo de formas respetuosas de interacción.

Este trabajo incluye desde la incorporación gradual a grupos pequeños con apoyo estructurado, la práctica de rutinas colectivas, el respeto de reglas básicas, hasta la participación activa en contextos más amplios, la toma de decisiones compartidas, y el ejercicio de la ciudadanía desde el lugar que cada persona ocupa.

La construcción de valores y principios, tales como el respeto, la solidaridad, la justicia, la honestidad y la responsabilidad, los cuales se abordan siempre de manera vivencial, concreta y significativa.
Estos valores se trabajan desde experiencias cotidianas en entornos seguros y amorosos, mediante el modelado, el acompañamiento constante, el juego cooperativo, la reflexión guiada, y actividades que vinculen lo emocional con lo social.

A través de estas acciones, el desarrollo socioafectivo se convierte en una herramienta clave para que cada niño, niña o adolescente fortalezca su bienestar emocional, construya vínculos positivos, y se reconozca como parte activa y valiosa de su entorno. Nuestro compromiso es crear espacios accesibles, empáticos y sensibles a las diferencias, en los que todos puedan crecer, sentirse seguros, y desarrollarse plenamente..

¿Quiénes somos?

Llevamos más de 18 años caminando junto a la neurodiversidad.

Da clic en el siguiente botón y conoce más sobre nosotros…

INFORMACIÓN ADICIONAL

TU DONACIÓN

PUEDE CAMBIAR UNA VIDA.

¿QUIERES AYUDAR?

PUEDES SER VOLUNTARIO O
REALIZAR TU SERVICIO SOCIAL.

TRANSTORNOS DEL NEURODESARROLLO?

¿QUÉ SON LOS
EVALUACIÓN

DIAGNOSTICA

TU DONACIÓN:

Regalemos primeras palabras, contención, guía... Regalemos una carita de amistad.

Cuando donas a Caritas de Amistad, estás haciendo posible lo que para muchas familias parecía inalcanzable. Estás abriendo la puerta a que una mamá escuche a su hijo decir “mamá” por primera vez; a que un niño aprenda a identificar sus emociones y se abrace a sí mismo con amor; a que un joven encuentre un grupo donde no solo encaja, sino donde por fin se siente comprendido; a que una adolescente con autismo logre sostener una conversación, expresar sus ideas y ser escuchada; o a que una familia entera deje de vivir en la incertidumbre y camine con herramientas, acompañamiento y esperanza.

Todo esto ocurre gracias a un proceso terapéutico profesional, personalizado y humano, centrado en las verdaderas necesidades, formas de procesar y potencial de cada persona. Con tu apoyo, podemos otorgar becas terapéuticas que brindan acceso a un camino de bienestar, desarrollo y una vida digna. Porque cuando hay acompañamiento real, los avances —grandes o pequeños— se vuelven milagros cotidianos.

¿Quiénes somos en Caritas de Amistad A.C?


Somos la primera asociación mexicana legalmente constituida en favor de las personas con Síndrome de Asperger, fundada hace más de 18 años. Desde entonces, hemos crecido hasta convertirnos en un referente en la atención integral de personas con trastornos del neurodesarrollo, apostando siempre por la inclusión, el respeto y el acceso a apoyos terapéuticos de calidad. Nuestra misión sigue viva: crear puentes de esperanza a través de becas y atención accesible.

SERVICIO SOCIAL, VOLUNTARIADO
Y PRÁCTICAS PROFESIONALES.

En Caritas de Amistad A.C. y APRENDE, contamos con un programa integral de servicio social, voluntariado y prácticas profesionales, dirigido a estudiantes de carreras afines al desarrollo humano y la salud, como psicología, psicopedagogía, educación, fisioterapia, terapia ocupacional, terapia de lenguaje, trabajo social, entre otras.

Este programa ofrece a estudiantes de carreras afines la oportunidad de integrarse activamente a nuestras intervenciones clínicas y educativas como auxiliares terapéuticos, en un entorno real y humanizado. Bajo supervisión profesional, podrán colaborar tanto en sesiones grupales dentro de nuestro centro clínico y kínder terapéutico. Las áreas de intervención incluyen terapia cognitivo-conductual, terapia de lenguaje, integración sensorial, terapia de juego, intervención psicomotora y terapia ocupacional.

Durante su experiencia con nosotros, los participantes contribuirán directamente al trabajo terapéutico enfocado en el desarrollo de habilidades fundamentales como la comunicación y el lenguaje, la interacción social, el aprendizaje y las funciones cognitivas, la regulación emocional y conductual, el procesamiento sensorial, la motricidad fina y gruesa, así como la autonomía y las habilidades para la vida diaria.

Este espacio busca ser una experiencia formativa significativa y recíproca: mientras tú creces profesionalmente y adquieres herramientas clínicas y pedagógicas, tu acompañamiento se convierte en una pieza clave para brindar experiencias terapéuticas accesibles y personalizadas a las personas con neurodivergencia que atendemos cada día.

También contamos con vacantes en áreas operativas, abiertas a estudiantes o personas interesadas en colaborar como auxiliares administrativos o en tareas de difusión en redes sociales. Si deseas sumar desde otra trinchera, ¡también eres bienvenido!

Condiciones del Neurodesarrollo.

Las condiciones del neurodesarrollo son formas diversas en que se configura y evoluciona el sistema nervioso desde etapas muy tempranas de la vida, influyendo en cómo una persona percibe, comprende, se comunica y actúa en el mundo. No se trata de enfermedades, ni de algo que se “sufre”; son maneras distintas de experimentar la vida, con sus propias fortalezas y desafíos.

Estas condiciones pueden estar presentes desde el nacimiento o surgir durante los primeros años, debido a una combinación de factores genéticos, biológicos, prenatales, perinatales y del entorno. Comienzan a manifestarse, generalmente, antes de los 5 años, y acompañan a la persona a lo largo de su vida, en mayor o menor grado según el tipo de apoyo, el contexto y las experiencias vividas.

Las siguientes categorías clínicas son parte de los trastornos del Neurodesarrollo, condiciones para las cuales contamos con grupos especializados de intervención Caritas de Amistad A.C y APRENDE:

Cada persona con una condición del neurodesarrollo tiene un perfil único, que no puede reducirse a una etiqueta ni a una lista de dificultades. Por eso, en Caritas de Amistad A.C y APRENDE. abordamos cada proceso desde la comprensión profunda de la neurodiversidad: no se trata de corregir lo que es diferente, sino de entenderlo, respetarlo y acompañarlo de forma ética, profesional y humana.

La detección oportuna, el acompañamiento terapéutico adecuado y el trabajo conjunto con la familia, la escuela y la comunidad son fundamentales para que cada persona pueda desplegar su potencial, vivir con mayor autonomía, bienestar y dignidad, y ser reconocida como un ser valioso tal como es

Trastorno del Espectro Autista (TEA)

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una condición del neurodesarrollo que influye en la forma en que una persona percibe, comprende y se relaciona con el mundo. No es una enfermedad, ni algo que se “sufra”, ni que deba “curarse”; es una manera distinta de procesar la información, interactuar y aprender. El espectro abarca una amplia gama de formas de ser, por lo que cada persona autista es única, con su propio perfil de fortalezas, desafíos y necesidades de apoyo.

Desde Caritas de Amistad A.C. y APRENDE, trabajamos desde un enfoque de neurodiversidad: nos encaminamos en respetar, entender y acompañar la diversidad con intervenciones que potencien el desarrollo y el bienestar de cada individuo en función de su etapa, contexto y particularidades.

Desde el punto de vista clínico, el diagnóstico de TEA se basa en dos grandes áreas nucleares:

  1. Dificultades persistentes en la comunicación e interacción social, que pueden incluir:

    • Retos en la reciprocidad social y emocional (por ejemplo, dificultad para sostener una conversación o compartir intereses).

    • Limitaciones en la comunicación no verbal (contacto visual, expresiones faciales, gestos).

    • Dificultades para desarrollar y mantener relaciones sociales ajustadas al contexto (juego simbólico, amistades, participación grupal).

  2. Patrones restrictivos y repetitivos de comportamiento, intereses o actividades, que pueden manifestarse como:

    • Movimientos motores repetitivos (como aleteo, girar, balancearse).

    • Insistencia en rutinas o rituales (dificultad para tolerar cambios).

    • Intereses intensos y altamente focalizados (por ejemplo, fascinación por trenes, calendarios o sistemas).

    • Alteraciones en la sensibilidad sensorial (hiper o hiporreactividad a sonidos, texturas, luces, sabores, etc.).

A continuación, se presentan ejemplos ilustrativos de cómo pueden manifestarse las características del Trastorno del Espectro Autista (TEA) en distintos niveles de necesidad de apoyo, según la clasificación del DSM-5. Estos niveles no etiquetan ni definen a la persona, sino que sirven como una guía para identificar el grado de acompañamiento que puede favorecer su bienestar, autonomía y participación plena en diferentes contextos.

  • Nivel 1 (necesita apoyo): Las diferencias en la comunicación social y los intereses restringidos o conductas repetitivas son evidentes, pero la persona puede adaptarse con apoyos moderados, estructura clara y acompañamiento emocional.

  • Nivel 2 (necesita apoyo sustancial): Las dificultades son más marcadas y afectan de forma importante la interacción, la flexibilidad ante los cambios y la participación en actividades sociales o escolares. Requiere una intervención especializada sostenida.

  • Nivel 3 (necesita apoyo muy sustancial): Las diferencias en la comunicación, el comportamiento y el procesamiento sensorial son significativas y afectan profundamente la vida cotidiana. Se necesita acompañamiento intensivo, estructura constante y apoyos personalizados para promover su bienestar.

Interacción social

  • Nivel 1 (menor necesidad de apoyo):

    • Niña de 4 años que prefiere jugar sola y le cuesta turnarse.

    • Niño de 6 años que se interesa por otros, pero no sabe iniciar un juego compartido.

    • Adolescente que se integra a grupos, pero no logra mantener conversaciones fluidas.

    • Niño de 8 años que no identifica cuándo sus comentarios resultan incómodos para otros.

  • Nivel 3 (mayor necesidad de apoyo):

    • Niño de 2 años que no responde a su nombre ni busca contacto visual.

    • Adolescente que no expresa emociones frente a otros ni reconoce gestos básicos.

    • Niño de 6 años que no tolera la cercanía física ni participa en juegos compartidos.

    • Niño de 3 años que no imita ni responde a sonrisas o juegos sociales simples.

Comunicación

  • Nivel 1:

    • Niño de 5 años que usa frases simples, pero no para conversar.

    • Adolescentes que repiten frases sin comprenderlas completamente (ecolalia).

    • Niña de 7 años que usa gestos limitados como señalar, pero no para compartir intereses.

    • Niño que habla en tercera persona y no logra adaptar su lenguaje al contexto.

  • Nivel 3:

    • Niño de 3 años que no balbucea ni señala objetos de interés.

    • Adolescente sin lenguaje verbal que usa llanto o gritos para pedir algo.

    • Niño que emite sonidos sin intención comunicativa.

    • Niña que no responde cuando se le habla, incluso en entornos tranquilos.

Conductas repetitivas y apego a rutinas

  • Nivel 1:

    • Niño de 6 años que se altera si su rutina escolar cambia.

    • Adolescente que se siente seguro repitiendo frases o viendo el mismo video.

    • Niño de 5 años que insiste en usar siempre el mismo vaso o color de plato.

    • Niña que juega con muñecas, pero siempre de la misma manera.

  • Nivel 3:

    • Niño que pasa largos periodos girando una tapa sin responder al entorno.

    • Adolescente que rechaza con crisis cualquier cambio mínimo en su entorno.

    • Niño que se balancea o gira constantemente sin buscar interacción.

    • Niña que no juega con juguetes de forma funcional, solo los alinea o apila.

Procesamiento sensorial

  • Nivel 1:

    • Niño de 4 años que se molesta por el sonido del secador, pero se adapta con auriculares.

    • Niña que solo come alimentos con texturas específicas.

    • Adolescente que busca ver luces brillantes o girar objetos.

    • Niño que evita etiquetas en la ropa, pero tolera otras prendas.

  • Nivel 3:

    • Niño que se golpea la cabeza ante ruidos intensos.

    • Niña que evita completamente el contacto físico o lo percibe como doloroso.

    • Adolescente que no reacciona al dolor o temperaturas extremas.

    • Niño que se expone constantemente a estímulos (como dar vueltas o morder objetos).

El TEA puede influir en distintos aspectos de la vida cotidiana, dependiendo del nivel de apoyo requerido. Algunas personas pueden necesitar acompañamiento para organizar su día, entender normas sociales o manejar cambios inesperados. Otras pueden requerir asistencia constante en tareas básicas como el vestido, la alimentación o la regulación emocional. Puede haber dificultades en la escuela, el trabajo o la convivencia familiar, pero también muchas fortalezas: memoria destacada, pensamiento visual, atención a los detalles, sinceridad, pasión por ciertos temas y formas únicas de ver el mundo.

Con una intervención oportuna, centrada en la persona, es posible construir entornos más accesibles, comprensivos y respetuosos, que impulsen el bienestar y el potencial de cada individuo.

  • Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad (TDAH)

El TDAH es una condición del neurodesarrollo que se manifiesta en la infancia y se caracteriza por dificultades persistentes en la autorregulación de la atención, el control de impulsos y/o la actividad motora. Estas manifestaciones no responden a una falta de voluntad o de límites, sino a una forma diferente de procesar el mundo. El TDAH es una condición con desafíos específicos, pero también con formas únicas de pensar, aprender y sentir.

Existen tres presentaciones clínicas:

  1. Presentación predominantemente inatenta: Dificultad para mantener la atención, seguir instrucciones, organizar tareas, recordar detalles o evitar distracciones.

  2. Presentación predominantemente hiperactiva-impulsiva: Inquietud motora, hablar en exceso, actuar sin pensar, dificultad para esperar turnos o permanecer quieto.

  3. Presentación combinada: Se manifiestan síntomas tanto de inatención como de hiperactividad e impulsividad.

Para que el diagnóstico sea clínicamente válido, estos patrones deben:

  • Estar presentes antes de los 12 años.

  • Aparecer en más de un entorno (casa, escuela, grupos sociales).

  • Interferir significativamente con el desarrollo, el aprendizaje o las relaciones.

  • No explicarse mejor por otra condición médica, emocional o ambiental.

A continuación, se presentan ejemplos ilustrativos de cómo pueden manifestarse las características del TDAH en distintos niveles de necesidad de apoyo. Estos niveles no definen a la persona, pero orientan sobre el grado de acompañamiento necesario para favorecer su bienestar y desarrollo:

  • Nivel 1 (baja necesidad de apoyo): Las dificultades son leves y pueden compensarse con adaptaciones escolares y orientación familiar.

  • Nivel 2 (moderada necesidad de apoyo): Requiere intervención estructurada, apoyo terapéutico y ajustes específicos en varios contextos.

  • Nivel 3 (alta necesidad de apoyo): El funcionamiento diario está significativamente afectado, y se necesita acompañamiento intensivo y constante.

a) Atención y concentración

  • Nivel 1 (bajo apoyo): Niño de 8 años que se distrae con estímulos mínimos en clase, pero puede retomar la tarea si se le redirige con suavidad.

  • Nivel 2 (apoyo moderado): Adolescente de 13 años que pierde objetos constantemente, le cuesta seguir instrucciones complejas y tiene dificultad para organizarse.

  • Nivel 3 (alto apoyo): Niño de 6 años que no logra sostener la atención ni siquiera durante actividades que disfruta, salta de una tarea a otra sin terminarlas.

b) Regulación de impulsos

  • Nivel 1: Niño de 7 años que interrumpe con frecuencia, responde antes de que terminen de preguntarle o hace comentarios sin filtro.

  • Nivel 2: Adolescente de 12 años que se involucra en peleas por no saber esperar turnos o regular su enojo.

  • Nivel 3: Niño de 5 años que se pone en riesgo constantemente (por ejemplo, sale corriendo a la calle) sin medir consecuencias, requiere supervisión permanente.

c) Hiperactividad motora o mental

  • Nivel 1: Niño de 9 años que habla constantemente y se levanta de su lugar frecuentemente, aunque puede regularse con recordatorios.

  • Nivel 2: Adolescente de 14 años que no puede permanecer sentado en clase, se para, gira, mueve las piernas, sin darse cuenta.

  • Nivel 3: Niño de 4 años que corre, salta y trepa todo el día, no logra detener su cuerpo ni siquiera durante el juego.

d) Funciones ejecutivas

  • Nivel 1: Niño de 10 años que necesita ayuda para planificar tareas escolares o recordar pasos en actividades cotidianas.

  • Nivel 2: Adolescente de 15 años con dificultad para iniciar tareas, manejar tiempos o anticipar consecuencias.

  • Nivel 3: Niño de 7 años que depende de apoyo constante para organizar su día y completar cualquier actividad con estructura.

El TDAH puede impactar múltiples aspectos de la vida cotidiana. En el entorno escolar, puede haber dificultad para seguir reglas, cumplir tareas o sostener relaciones positivas. En casa, pueden surgir tensiones familiares por la necesidad constante de redirección. A nivel social, algunos niños pueden ser rechazados por sus pares por interrumpir o actuar sin filtro. Sin embargo, con comprensión, ajustes razonables y apoyo profesional, muchas de estas barreras pueden disminuir significativamente.

Es importante mencionar que el TDA implica retos pero también virtudes y bondades, muchas personas con TDAH presentan:

  • Alta creatividad y pensamiento divergente

  • Energía y entusiasmo contagioso

  • Gran capacidad de reacción en situaciones dinámicas

  • Espontaneidad y sentido del humor

  • Hiperenfoque en áreas de interés, cuando encuentran motivación

Estas fortalezas pueden florecer con los apoyos adecuados y entornos que comprendan sus necesidades particulares.

Trastornos del Lenguaje y la Comunicación

Se refieren a diferencias significativas en la forma en que una persona comprende, procesa y usa el lenguaje para expresarse, comprender a otros o interactuar socialmente. Estas diferencias pueden estar relacionadas con la forma, contenido y uso del lenguaje, y manifestarse tanto en la comunicación verbal como no verbal.

En el DSM-5, los principales diagnósticos incluidos en esta categoría son:

  • Trastorno del lenguaje

  • Trastorno fonológico

  • Trastorno de la fluidez de inicio en la infancia (tartamudez)

  • Trastorno de la comunicación social (pragmático)

  • Trastorno de la comunicación no especificado

Cada uno se presenta de forma única, y la intensidad o combinación de dificultades varía. Algunas personas pueden tener lenguaje oral fluido pero dificultades para usarlo en contextos sociales; otras, presentan un desarrollo lento en la adquisición del vocabulario o la estructura gramatical.

A continuación se muestran ejemplos de cómo pueden manifestarse los trastornos del lenguaje y la comunicación según el nivel de necesidad de apoyo:

Comprensión del lenguaje

Nivel 1 (baja necesidad de apoyo):
• Dificultades leves para seguir instrucciones complejas.
• Requiere que se le repitan indicaciones en algunos contextos (por ejemplo, en clase).
• Puede malinterpretar preguntas o frases con doble sentido.
• Se esfuerza por comprender textos o explicaciones orales largas.

Nivel 3 (alta necesidad de apoyo):
• No comprende preguntas básicas como “¿dónde está…?” o “¿qué quieres?”.
• No responde a su nombre o no reconoce palabras comunes.
• Dificultades marcadas para seguir instrucciones de uno o dos pasos.
• No distingue entre preguntas, afirmaciones o prohibiciones.

Expresión verbal

Nivel 1:
• Usa oraciones simples, con errores gramaticales frecuentes.
• Dificultad para encontrar palabras precisas (“eso”, “cosa”, “esto”).
• Habla con frases repetitivas o poco variadas.
• Puede expresarse, pero le cuesta narrar hechos complejos.

Nivel 3:
• No usa palabras para comunicarse; puede emitir sonidos o vocalizaciones.
• Usa gestos limitados o inadecuados para expresar deseos.
• Repite sonidos o sílabas sin intención comunicativa.
• Puede depender exclusivamente de recursos no verbales (miradas, señalar).

Comunicación social (pragmática)

Nivel 1:
• Interrumpe conversaciones o cambia de tema bruscamente.
• Le cuesta mantener turnos de habla o adaptar su lenguaje al contexto.
• Usa lenguaje literal sin captar bromas, metáforas o ironías.
• Tiene dificultad para iniciar o sostener conversaciones espontáneas.

Nivel 3:
• No inicia interacción verbal ni no verbal.
• No responde a intentos comunicativos de otros.
• Usa el lenguaje de forma muy rígida o sin conexión con el entorno.
• No adapta su tono de voz ni su lenguaje según el contexto.

Producción de sonidos del habla / Trastorno Fonológico

Nivel 1:
• Sustituye algunos sonidos por otros más simples (por ejemplo, dice “tasa” en vez de “casa”).
• Omite sonidos al final o al inicio de palabras en ocasiones.
• Su habla es entendible para personas cercanas, pero puede requerir repetición para otros.
• Muestra frustración leve cuando no se le entiende, pero busca estrategias para compensar.

Nivel 3
• Gran parte de su habla es ininteligible, incluso para personas cercanas.
• Realiza omisiones o sustituciones severas de sonidos en casi todas las palabras.
• Puede no intentar producir ciertas palabras por la dificultad que representan.
• Se comunica mayormente por gestos, vocalizaciones o conducta no verbal debido a la dificultad fonológica.

Las diferencias en el lenguaje y la comunicación pueden influir en múltiples áreas de la vida diaria: la interacción con familiares, la socialización con otros niños, la comprensión de instrucciones escolares, la expresión emocional, y el desarrollo del aprendizaje. Algunos niños pueden parecer “distraídos” o “poco interesados” cuando en realidad están enfrentando desafíos en la comprensión o expresión del lenguaje. Esto puede generar frustración, retraimiento o conductas desorganizadas cuando no se les brinda el apoyo adecuado.

Trastornos del Aprendizaje

Los Trastornos Específicos del Aprendizaje se refieren a dificultades persistentes para adquirir y utilizar habilidades académicas fundamentales, como la lectura, la escritura o las matemáticas, a pesar de una enseñanza adecuada, inteligencia promedio y oportunidades escolares suficientes.

No se trata de un problema de capacidad, sino de una manera distinta de procesar la información que afecta el ritmo y la forma de aprender. Muchas personas con esta condición desarrollan estrategias alternativas y cuentan con talentos notables en otras áreas.

Según el DSM-5, el diagnóstico de Trastorno Específico del Aprendizaje requiere:

  • Dificultades en al menos una de estas áreas:

                      1.-  Precisión en la lectura de palabras.

                     2.- Fluidez lectora.

                     3.- Comprensión lectora.

                     4.- Expresión escrita.

                     5.- Ortografía.

                     6.- Cálculo numérico.

                     7.- Razonamiento matemático.

Estas dificultades deben persistir por al menos 6 meses, interferir significativamente en el rendimiento académico o la vida diaria y no explicarse mejor por otros factores (por ejemplo, discapacidad intelectual, falta de escolarización o problemas sensoriales).

Las subcategorías más frecuentes son:

  • Dislexia (dificultades con la lectura).

  • Disortografía (dificultades para escribir correctamente).

  • Disgrafía (dificultades con la escritura motora).

  • Discalculia (dificultades en matemáticas).

A continuación, se presentan ejemplos por nivel de necesidad de apoyo (1: leve, 3: alta), que no definen a la persona, pero orientan el grado de acompañamiento que puede requerir.

Lectura (Dislexia)

Nivel 1:
• Lee con lentitud, pero logra comprender con esfuerzo.
• Confunde letras similares (b/d, p/q).
• Dificultad para leer en voz alta con fluidez.
• Necesita más tiempo para leer textos escolares.

Nivel 3:
• No logra identificar palabras básicas al leer.
• Inventa palabras o las sustituye sin sentido.
• Evita por completo tareas que impliquen lectura.
• Presenta frustración o ansiedad ante actividades escolares.

Escritura (Disortografía / Disgrafía)

Nivel 1:
• Comete errores ortográficos frecuentes, pero se corrige con apoyo.
• Dificultad para organizar ideas por escrito.
• Escritura poco clara o con espaciado irregular.
• Requiere más tiempo para redactar tareas escolares.

Nivel 3:
• Escritura ilegible o sin coherencia.
• No logra estructurar frases completas.
• Rechaza o evita toda actividad escrita.
• Dificultad para sostener el lápiz o formar letras.

Matemáticas (Discalculia)

Nivel 1:
• Necesita apoyo visual o concreto para resolver problemas.
• Le cuesta recordar tablas de multiplicar.
• Confunde signos matemáticos (+, –, x, ÷).
• Dificultad para resolver problemas con varios pasos.

Nivel 3:
• No logra contar con precisión hasta 20.
• No reconoce cantidades ni relaciones espaciales.
• Dificultades severas para comprender el valor numérico.
• Se frustra con cualquier tarea numérica, incluso básica.

Los Trastornos del Aprendizaje pueden impactar:

  • Rendimiento escolar: Dificultades en exámenes, tareas, participación en clase y adaptación al ritmo grupal.

  • Autoestima: Pueden surgir sentimientos de frustración, ansiedad o desmotivación si no se acompaña adecuadamente.

  • Relaciones sociales: El niño puede evitar ciertas interacciones por temor a equivocarse o ser juzgado.

  • Autonomía: Puede requerir más tiempo o apoyo para completar tareas cotidianas que implican lectura, escritura o cálculo (como leer instrucciones, escribir recados o hacer compras).

Discapacidad Intelectual

La discapacidad intelectual es una condición del neurodesarrollo caracterizada por limitaciones significativas tanto en el funcionamiento intelectual como en la conducta adaptativa. Estas limitaciones se presentan durante el periodo de desarrollo (antes de los 18 años) y afectan habilidades prácticas, sociales y conceptuales necesarias para la vida diaria.

Desde el enfoque de la neurodiversidad, entendemos la discapacidad intelectual no como un "déficit" o una "falla", sino como una forma distinta de procesar la información, aprender y adaptarse al entorno. Se vive con esta condición, y con el acompañamiento adecuado, es posible desarrollar una vida plena, significativa y digna.

El diagnóstico se basa en tres dominios principales:

  • Funcionamiento intelectual (por ejemplo, razonamiento, solución de problemas, planificación, pensamiento abstracto).

  • Conducta adaptativa (habilidades prácticas para la vida diaria: autocuidado, comunicación, socialización).

  • Inicio durante el desarrollo (infancia o adolescencia).

Según el grado de impacto funcional, puede clasificarse en leve, moderado, severo o profundo.

A continuación, se presentan ejemplos por nivel, edad y dominio.

Funcionamiento intelectual

Nivel 1 (baja necesidad de apoyo / DI límite):

  • Niño de 6 años que sigue instrucciones simples, pero se frustra ante tareas que requieren varios pasos o razonamiento abstracto.

  • Adolescente que entiende conceptos concretos, pero le cuesta planear, inferir o abstraer ideas.

  • Adulto joven que se desempeña de manera funcional en tareas cotidianas con apoyo leve en decisiones complejas.

Nivel 2 (moderada necesidad de apoyo):

  • Niño de 7 años que necesita apoyos visuales y repetición constante para aprender nociones como cantidad o secuencia.

  • Adolescente que logra tareas prácticas con supervisión, pero tiene dificultades para transferir aprendizajes a nuevos contextos.

  • Adulto que requiere asistencia frecuente para resolver situaciones no rutinarias.

Nivel 3 (alta necesidad de apoyo / DI severa):

  • Niño de 5 años que presenta un ritmo de desarrollo significativamente más lento, con escasa comprensión de conceptos básicos como colores o tamaños.

  • Adolescente que no puede resolver problemas cotidianos sin guía paso a paso.

  • Adulto que depende completamente de un entorno estructurado para desenvolverse, con apoyos permanentes para cualquier toma de decisión.

Habilidades adaptativas y funcionales

Nivel 1:

  • Requiere recordatorios para rutinas (como higiene o tareas escolares), pero puede realizarlas con supervisión mínima.

  • Puede desplazarse solo en entornos conocidos.

  • Comprende normas básicas, aunque le cuesta adaptarse a cambios.

Nivel 2:

  • Necesita ayuda en actividades como vestirse, preparar alimentos o manejar el dinero.

  • Puede ejecutar tareas funcionales si son estructuradas y repetidas.

  • Requiere supervisión constante en entornos no predecibles.

Nivel 3:

  • Presenta dependencia significativa para el autocuidado: alimentación, higiene, vestido.

  • No anticipa consecuencias básicas sin guía.

  • Necesita apoyo total para la seguridad personal, incluso en espacios conocidos.

Interacción social y comunicación

Nivel 1:

  • Mantiene conversaciones simples, aunque puede presentar dificultades para entender sarcasmo o dobles sentidos.

  • Se relaciona con sus pares, pero puede mostrar ingenuidad social o dificultades para interpretar normas implícitas.

  • Comprende y expresa emociones básicas.

Nivel 2:

  • Usa frases sencillas y requiere apoyo para iniciar o sostener conversaciones.

  • Puede responder a saludos o instrucciones conocidas, pero le cuesta adaptarse a conversaciones espontáneas.

  • Requiere mediación para integrarse en actividades grupales.

Nivel 3:

  • Emite pocas palabras o se comunica principalmente mediante gestos, vocalizaciones o apoyos visuales.

  • No inicia interacciones sociales por sí solo.

  • Presenta expresividad emocional reducida o confusa.

  • Necesita guía constante para establecer o mantener vínculos con otros.

Implicaciones en el día a día

La discapacidad intelectual implica una necesidad de apoyos continuos, ajustados al contexto, edad y entorno. Las personas con DI pueden requerir:

  • Apoyo estructurado para la vida diaria (rutinas claras, anticipación de cambios).

  • Intervención terapéutica para el desarrollo de habilidades cognitivas, sociales y funcionales.

  • Adaptaciones escolares o laborales.

  • Espacios de participación social donde se valore su aporte y singularidad.

Una intervención centrada en la persona, basada en el respeto, la dignidad y el desarrollo de fortalezas, permite que las personas con discapacidad intelectual tengan una vida autónoma en la medida de sus posibilidades, con sentido, relaciones significativas y bienestar.

Trastornos del Procesamiento Sensorial

El Trastorno en el Procesamiento Sensorial (TPS) se refiere a la dificultad del sistema nervioso para recibir, organizar e interpretar correctamente la información sensorial proveniente del cuerpo y del entorno (vista, oído, tacto, gusto, olfato, movimiento, propiocepción e interocepción). Esto puede generar respuestas inusuales o desajustadas, como reacciones extremas ante estímulos comunes o una búsqueda constante de estimulación.

Desde una mirada de neurodiversidad, no se trata de una “falla” en los sentidos, sino de una forma distinta de percibir y responder al mundo, que requiere apoyos adecuados para favorecer la autorregulación, el bienestar y la participación.

El TPS puede presentarse como condición principal o en combinación con otros perfiles del neurodesarrollo, como el autismo, TDAH u otros.

1. Hiperreactividad (hipersensibilidad)

Respuesta exagerada ante estímulos sensoriales. El umbral de detección es muy bajo y lo que para otros es neutro o leve, para estos niños es intolerable.

2. Hiporreactividad (hiposensibilidad)

Respuesta reducida o ausente a estímulos sensoriales. El niño necesita más intensidad para notar los estímulos del entorno.

3. Búsqueda sensorial (craving)

Busca activamente ciertos estímulos para regularse o por necesidad de mayor entrada sensorial. Suele aparecer con intensidad o compulsión.

4. Discriminación sensorial deficiente

Confusión o dificultad para identificar diferencias entre estímulos similares. Afecta la precisión del procesamiento sensorial.

5. Problemas de modulación sensorial

Inconsistencia en la intensidad, duración o tipo de respuesta sensorial. Pasan de hiper a hipo sin transición clara.

6. Problemas de integración multisensorial

Dificultad para coordinar o procesar estímulos que llegan simultáneamente de varios sentidos.

7. Problemas motores / posturales relacionados

Dificultad para mantener la postura o planear movimientos debido a una disfunción en la integración propioceptiva y vestibular.

Evaluación y diagnóstico

¿Tienes dudas sobre el neurodesarrollo de tu hijo o hija? o ¿deseas confirmar o descartar la posibilidad de vivir con alguna condición?

🧠 Evaluación y Diagnóstico Profesional

Contamos con diferentes modalidades de evaluación según tus necesidades y el motivo de consulta:

🔎 Evaluación Parcial

Orientada a confirmar o descartar un diagnóstico específico, por ejemplo, el Trastorno del Espectro Autista (TEA)

La bateria se determina con base al diagnóstico a confirmar/descartar, en el ejemplo de TEA, aplicamos:

ADI-R ADOS-2 * Perfil sensorial


Duración: 4/5 sesiones

Dependiendo aspectos particulares la batería se puede complementar otras escalas:

  • Coeficiente Intelectual (Escala Wechsler)

  • Evaluación de Neurodesarrollo (Battelle)

  • Evaluación Neuropsicológica (ENI o NEUROPSI)

⚖️ Diagnóstico Diferencial

Evaluación integral orientada a identificar un diagnóstico clínico conforme al DSM-5, incluyendo posibles comorbilidades.

Duración: 6/7 sesiones

La batería de pruebas suele incluir:

  • Evaluación Cognitiva (Coeficiente Intelectual)

  • Evaluación de Neurodesarrollo

  • Evaluación Neuropsicológica

  • Evaluación de Conducta Adaptativa

Además, se aplican pruebas específicas de acuerdo a las particularidades de cada caso para confirmar o descartar diagnósticos clínicos.

📘 Evaluación Psicopedagógica

Similar al diagnóstico diferencial, pero enfocada en el aprendizaje, rendimiento académico y funciones cognitivas.

  • Se evalúan posibles trastornos del aprendizaje

  • Incluye diagnóstico diferencial cuando sea necesario

  • Se diseña con base en las necesidades escolares y del desarrollo del niño o niña

📝 ¿Qué conforma un diagnóstico clínico?

  1. Historia clínica detallada

  2. Batería de pruebas específicas (según área a evaluar)

  3. Observación clínica directa

  4. Diagnóstico diferencial

  5. Calificación e interpretación de pruebas

  6. Informe escrito integral

  7. Entrega de resultados

  8. Recomendaciones personalizadas

👩‍⚕️ ¿Quién puede diagnosticar?

La elaboración de un diagnóstico clínico y diferencial en el ámbito del neurodesarrollo requiere que el profesional:

  • Cuente con formación especializada en trastornos del neurodesarrollo

  • Tenga entrenamiento formal en la aplicación e interpretación de las pruebas utilizadas

Poseaexperiencia prácticaen el trabajo clínico con infancias neurodivergentes

NUESTROS LIBROS

MANUEL TEÓRICO PRÁCTICO DEL SÍNDROME DE ASPERGER

El síndrome de Asperger es una discapacidad invisible que conlleva a una limitación social, peculiaridades en el uso del lenguaje y la comunicación, patrones restringidos de conducta e intereses, y en la mayoría de los casos alteraciones motoras.

Este libro busca ser una guía para psicólogos, maestros, familias y público en general, pero especialmente un texto de consulta para las personas que han nacido con el Síndrome de Asperger.

La exposición de casos prácticos y las estrategias de intervención en el ámbito familiar, social, educativo y laboral, así como en la sexualidad y autoestima de la persona con Asperger son los temas principales que se abordan en esta obra. En la medida en que profesionales y padres de familia trabajen conjuntamente en la apertura de espacios escolares, terapéuticos, recreativos, ocupacionales y laborales, a través de la sensibilización de la sociedad, la adaptación más sana de las personas con este síndrome será posible y exitosa.

Contenido:

  • Síndrome de Asperger y diagnóstico diferencial

  • Evaluación diagnóstica del síndrome de Asperger

  • Síndrome de Asperger en diferentes ámbitos

  • La autoestima en el síndrome de Asperger

  • Inquietudes de los jóvenes con síndrome de Asperger

  • Sobre la sexualidad

  • Brillo de un aspi

  • Algunas reflexiones finales.

Padres vs hijos con

síndrome de Asperger.​

Padres, familiares, profesores, sociedad ¿aliados o enemigos?

La familia es el nucleo de la sociedad, es el eje de la adecuación a las reglas estipuladas para una armonía global, es la base para el desarrollo físico, social y psicológico del individuo. Las pautas de aprendizaje, sobre todo en los primeros años de vida, marcan en forma decisiva muchos patrones conductuales y emocionales de la persona en sus etapas posteriores, principalmente en el caso de quienes presentan síndrome de Asperger, con peculiaridades que los vuelven mas vulnerables a su entorno social.

Se ha considerado un sinfín de características dentro de la sintomatología de la persona con síndrome de Asperger; que les ubica dentro de la atipicidad, lo cual repercute significativamente en una desubicación dentro de la sociedad. Pero… ¿Y si pasa lo contrario y somos nosotros, los “normales”, quienes en nuestro afán de poder, soberbia, materialismo… exaltamos nuestro ego con comlpicaciones absurdas que solo deterioran el curso regular de la naturaleza?

¿Que parámetro marca lo que supuestamente es normal?

¿Acaso lo que sucede con mayor frecuencia es lo correcto?

¿Te atreves como padre, familiar, o persona con estrecha vinculación interpersonal con ellos, a hacer una critica constructiva en pro de la comunidad aspi y de tu cambio evolutivo mejorando tus patrones conductuales y cognitivos? Este libro te invita a ser parte del cambio; por ellos, pero…, en especial, por ti. Será un aprendizaje gratuito que las personas con sindrome de Asperger te regalan, a cambio solo te piden: tolerancia, respeto y comprensión.

Contenido:

  • La familia y la persona con síndrome de Asperger

  • Vivir con el síndrome de Asperger

  • Influencia de los padres

  • Los padres vs hijos con Asperger

  • Alineación parental

  • Lo que un aspi no calla

  • Mujeres aspi